¿Cómo el movimiento cultural que buscaba la valoración de una cultura cotidiana brasileña se puede vincular al deporte, que también vino de afuera y rápidamente se volvió popular en todas las clases sociales? Este es uno de los lemas propuesto en la nueva exposición 22 en Campo. Con curaduría de Guilherme Wisnik, la exposición presenta los vínculos, a veces inusuales, a veces sorprendentemente directos, entre el movimiento cultural y el deporte de multitudes. 

22 «jugadores» en campo.
22 temas vinculando
1922 a 2022.

Son 22 módulos ilustrados por fotografías y videos de época, audios históricos y otros grabados por actores interpretando texto del Modernismo que se refieren al fútbol; además de creaciones hechas especialmente por el designer Kiko Farkas para la identidad visual de la exposición. La escenografía es de Álvaro Razuk.   

La pelota, el arquero, el jugador Arthur Friedenreich, el arquero Marcos Carneiro de Mendonça, el fútbol femenino y el estadio de Laranjeiras, en Rio de Janeiro, son algunos de los temas planteados en el universo del fútbol. En el equipo del Modernismo y de la cultura, juegan Tarsila do Amaral y Oswald de Andrade, Mário de Andrade, el Theatro Municipal de São Paulo, el músico Pixinguinha y el cuadro operarios, de Tarsila do Amaral. Pero en este juego hay más de danza que de competición, y el visitante será sorprendido por las posibles conexiones entre ambos universos.   

1. La pelota
2. Anhangabaú
3. Estadio de Laranjeiras (RJ)
4. Marcos de Mendonça
5. Arthur Friedenreich
6. Pau-Brasil
7. Vocabulario
8. Hinchadas
9. Operarios
10. Tarsiwald
11. Terreno baldío
12. Inmigrantes
13. Favelas
14. Tren
15. Mário de Andrade y Villa-Lobos
16. Radio
17. Pixinguinha
18. El negro en el fútbol
19. Garrincha-Macunaíma
20. Fútbol indígena
21. Fútbol de mujeres
22. Francisco Rebolo

“Si el fútbol se extendía como pasión popular en Brasil, la práctica de los aficionados todavía se imponía, alejando a los atletas que necesitaban un salario para sobrevivir. Perfil social que también implicaba exclusión racial. Igualmente, se miramos a las imágenes de las gradas de los partidos del Estadio de Laranjeiras, en aquella época, todavía vemos un público de élite, formado por gente blanca y elegantemente vestida. (…) Prefigurada por el arte moderno, esta sociedad formada por fuerzas contradictorias y en competencia inventó una manera propia y afirmativa de jugar al fútbol, con el inestimable aporte de las poblaciones negra, indígena, y de muchos otros pueblos que llegaron aquí.” 

Guilherme Wisnik (curador) 

En la apertura de la Semana de 22, el escritor Menotti Del Pichia menciona al jugador Friedenreich en su discurso. Mário de Andrade dedicó un poema a la primera gran estrella del fútbol brasileño y, mientras Oswald de Andrade escribió algunos versos sobre el fútbol, la pintora Tarsila do Amaral registró en una crónica su experiencia como aficionada en un partido Brasil x Argentina en Parque Antártica. 

 La exposición reflexiona sobre las relaciones entre el jugador Garrincha (1933-1983) y el personaje Macunaíma, creado por Mário de Andrade, inspirado en una entidad indígena. Conocido como el “angel de las piernas chuecas”, Garrincha era descendiente del pueblo Fulni-ô, de Alagoas y Pernambuco, y al mundo con su ‘drible’ desconcertante y su manera alegre de jugar, una mezcla ambigua de malicia e inocencia que también está presente en Macunaíma.   

Al final de la exposición, los visitantes tendrán elementos para pensar cómo el Modernismo y el Fútbol se relacionan a la construcción de la idea de qué es “ser brasileño” – con ambigüedades, complejidades y contradicciones.   

La comunicación visual creada por el designer Kiko Farkas para la exposición 22 en Campo fue seleccionada para la octava edición de la Bienal Iberoamericana de Design, que se realiza en noviembre, en Madrid, España.  

La creación de Kiko para la exposición fue inspirada en las banderas llevadas por los hinchas a los estadios, con collages que mezclan íconos de la cultura brasileña moderna e ídolos del fútbol.